Besar la vida

Tu opinión y reflexión me importa

domingo, 20 de febrero de 2011

¿qué pasó? ... ya pasó

Anécdota… sí, esa es la palabra con la que denomino a cómo recuerdo, hoy, lo que me pasó. Anécdota.
A la una y cuarto de la mañana llegó el momento. Ella, la chica que manejaba, perdió el control del cuatricilo por la alta velocidad en la que íbamos, yo terminé en el piso. Yo no llevaba casco y ella no sabía manejar. En tan sólo dos cuadras pasó... Volé, caí, rodé y quedé en el medio de la calle.  No me movía, no hablaba, no miraba… 
La vida me cuida.  Hay algo, no sé qué, que me protegió. Me pasó lo peor que me podía haber pasado, pero sin ser el hecho mismo, todo lo que me rodeó en ese momento fue lo que me salvó. Y digo el por qué…
Calle Pons, allí fue
Por el lugar y por el momento en que todo ocurrió. En la calle principal de Cuchilla Alta, donde estaba lleno de gente y  pude ser socorrida por un médico, Damián Viglino Pons, que estaba justo en el lugar, quien llamó a la ambulancia –SAPP-  transmitiendo la gravedad en que me encontraba. Él es, para mí, un ángel caído del cielo que se interpuso en mi camino.
 40 minutos más tarde llegó la ambulancia, mientras yo seguía igual que al comienzo, inmóvil y “dormida”.  Vino justo en el momento en que dejé de respirar…
Estaba inconsciente, me fracturé el cráneo y se me llenó el pulmón de líquido.
Del kilómetro 72, ruta interbalnearia, a la Médica Uruguaya. 45 minutos de viaje fueron eternos para mi madre que iba en la ambulancia conmigo, y para mi padre y mi hermano que venían en el auto atrás. Hasta hoy sigo sin saber cómo hizo mi padre para poder manejar todo ese trayecto en el estado en que estaba.   
Emocionada, contenta, sorprendida
Permanecí, desde que llegué, cuatro días en coma farmacológico –sedación para aplicar asistencia respiratoria o luego de un traumatismo para evitar el dolor. A medida que la persona va evolucionando se le saca el estado de coma farmacológico lentamente, y va recuperando las capacidades de respuesta a los estímulos, lo cual depende de la dosis de los fármacos que se le administraron- y después un mes en CTI intermedio.

Hice una breve reseña de lo que pasó, no pienso dar más detalles ahora. Lo que importa es que estoy acá para realzar el valor de la vida, la amistad y la familia. Ser consciente de lo que uno hace, tomar las precauciones correspondientes y ser responsable. Sacarle importancia a lo que no se lo merece y dársela a lo que .  Y,  finalmente, tener fe y esperanzas hasta lo último, lucharla hasta que ya no dé el aliento, porque puedo afirmar que todo puede cambiar en el último instante a tu favor.
“Existe un mundo interior; un mundo de  pensamientos, sentimientos y poder, de luz y belleza; aunque invisible; sus fuerzas son poderosas” afirma Charles F. Haanel, autor del Nuevo Pensamiento. 
De todo el mes que estuve en CTI, sólo me acuerdo de la última semana y media, ya que la mayor parte del tiempo estuve inconsciente. Después de que me dieron el alta, cuando ya tenía todo un poco más claro, porque no sabía qué me había pasado, por qué no podía caminar y por qué  no podía seguir mi vida normalmente, comencé a reflexionar mucho…
Pensé muchas cosas, al principio confusas, después mis pensamientos fueron tomando un rumbo hacia lo que hoy soy como persona. Mis pensamientos y yo.
Siempre con esa sonrisa imborrable 
"La risa es el lenguaje del alma" Neruda

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